sábado, 21 de enero de 2017

La claridad oscura


Luz sobre el mar, Villajoyosa


La claridad oscura

Quiero ordenar los pensamientos
para ordenar, al paso,
los otros elementos de la vida.

No obstante, ignoro si la vida
puede ser ordenada
no ya desde la perspectiva
del caos general, sino desde una
conciencia personal que añade
confusión a la confusión
y  ninguna respuesta a estas preguntas:

¿Dónde queda la línea
que delimita los conceptos
del odio y el amor,
del bien y el mal
de la verdad y la mentira?

¿Cuántas orillas tiene
cada concepto?

El aire y el espacio
-elementos centrales de la vida-,
¿son también fronterizos?

¿Con qué lindan los sueños?
¿Qué los separa de la realidad,
qué materia, qué forma, qué estructura?

La claridad,
¿está toda en el día
o tiene emanaciones en la noche?
La oscuridad,
¿puede ser absoluta?

La luna y las estrellas
-admirables matices de lo oscuro-,
¿son los guardianes de la luz?

¿Hay momentos de tránsito,
en que los elementos se articulan
en abrazos promiscuos o mestizos?

Finalmente, la claridad,
¿puede ser excesiva
hasta el punto de hacerse cegadora?
Y, en ese caso,
¿podíamos hablar
de claridad oscura?
¿Y qué es la claridad oscura,
además de un oxímoron crecido
en las verdes praderas de la lírica?

Los pensamientos claros,
¿comparten su existencia
con los oscuros,
como la luz comparte con la sombra
el alba y el ocaso?

La oscuridad del pensamiento,
¿es la noche del alma?

Mariano Estrada, del dibro Poemas huérfanos (2016)

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